Parándome a pensar.

Parándome a pensar, me doy cuenta de un millón de cosas.
De que echo de menos a personas a las que no debería ni tan siquiera recordar;
de que en mi cabeza hay un caos cada vez mayor, una mayor confusión y un
DESASTRE
en unas mayúsculas inmensas (como la cola de Powerful),
y no puedo evitar tomármelo a risa de vez en cuando,
aunque sea tan serio que me entren ganas de llorar (a veces).
Y es que encima me sacan el tema más de una vez al día;
y si no es uno,
es el otro,
o las demás,
y pase lo que pase,
el tema sigue estando ahí, flotando, aguijoneando, JODIENDO.
Y si sí, mal; y si no, peor. Y nadie se da cuenta de que duele, de que para mí será AÚN MÁS
difícil.

A eso tengo que sumarle que echo de menos (también) a mis chicas de SwaMsea. Y perder el bús, o que llegue el nuestro y ponga Sorry y pase de largo. Sorry. JA!

Y él. No lo cambio por nada, no cambio nada de él, ya no. Y es que no sé qué voy a hacer sin él...